La Defensoría del Pueblo realizó una inspección en el C.E.B.G. Pablo Arosemena en Colón, cuyo edificio es de 106 años y actualmente está condenado. La Directora manifestó que desde hace años poseen inconvenientes graves en su infraestructura para impartir clases a sus más de 900 estudiantes y a pesar de solicitar apoyo (inclusive hasta en medios radiales) a la fecha desconocen si podrán comenzar el año lectivo 2017 por falta de respuesta de las autoridades regionales del Ministerio de Educación. Los daños observados van desde losas de madera condenadas en las plantas altas, sanitarios con tuberías colapsadas, filtraciones de agua subterránea y proliferación de mosquitos, filtraciones en las paredes, aumento de humedad y proliferación de hongos y moho, e invasión de palomas y murciélagos cuyos excrementos se observan dispersos en los salones, escaleras y pasillos, así como fluctuaciones en la energía eléctrica (apagones) que ha provocado el deterioro de un total de 30 computadoras, entre otros.
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